miércoles, 10 de abril de 2013

Hábito 3 Poner primero lo primero

HÁBITO 3 PONER PRIMERO LO PRIMERO

Para entender el hábito 3 imagina un reloj que marca 13 horas.

Cuando das prioridad a lo primero, tu tiempo se expande. Es casi como tener un reloj de 13 horas en vez de 12. Los cuadrantes de tiempo son un modelo fantástico para ayudarte a que te rinda más el tiempo. Contienen dos ingredientes:

Lo importante:
tus asuntos esenciales;
aquello que de veras importa.

Lo urgente:
las cosas que exigen tu atención inmediata.



El cuadrante 1.


Son las cosas importantes y urgentes. Esto incluye llegar a tiempo al trabajo, las descomposturas del coche o el examen de mañana. Son cosas importantes y deben antenderse cuanto antes. A veces surgen crisis inesperadas; de hecho, siempre surgen así, pero con demasiada frecuencia nosotros las causamos porque postergamos nuestros deberes. Por eso el cuadrante 1 es el hogar del moroso. El estilo de vida del cuadrante 1 produce cansancio y mucho estrés. Pasa menos tiempo allí.

 


El cuadrante 2.

Contiene lo importante pero no urgente, como el ejercicio. ¿Es importante? Claro. ¿Y urgente? No, en absoluto. No te vas a morir por no ejercitarte hoy. Por tanto, el ejercicio corresponde al cuadrante 2. ¿Y un trabajo escolar que debes entregar la semana entrante? ¿Es importante? Sí. ¿Y urgente? No, todavía no, pero si lo aplazas demasiado, de pronto se volverá una crisis del cuadrante 1. Así que también corresponde al cuadrante 2. Aquí vive el priorizador, y es aquí donde debes estar. El tiempo que pases aquí te llevará a una vida equilibrada y a un buen desempeño.


El cuadrante 3.
Representa cosas urgentes, pero no importantes, como muchas llamadas telefónicas e e-mails, interrupciones y problemas ajenos triviales. Como son cosas urgentes, parecen importantes, pero no lo son. Aquí vive el hombre del eterno sí. Es la persona que a todo y a todos dice que sí porque a nadie quiere fallarle, aunque al hacerlo se falla a sí mismo. Evita este cuadrante a toda costa.


El cuadrante 4.

Está repleto de consumidores de tiempo y de cosas buenas en exceso, como las conversaciones telefónicas muy largas, las sesiones interminables en Internet, dormir de más y las visitas maratónicas a las tiendas. Algunas de estas actividades relajan y por eso al principio son necesarias, pero si las haces en exceso se vuelven un desperdicio. En este cuadrante vive el vago. No pierdas el tiempo aquí.


Una idea general de los cuadrantes te ayudará enormemente en la escuela. Mira cuánto le sirvió a Sara, una estudiante de primero de preparatoria de 16 años.

Yo era una buena estudiante, pero en los exámenes salía muy mal. No tenía idea de por qué me reprobaban aun sabiendo los temas. Al ver los cuadrantes en seguida me di cuenta de que yo era como el hombre del eterno sí. Cada vez que debía estudiar, tenía interrupciones que creía importantes, como llamadas telefónicas. Me distraía con facilidad. Y luego, unas horas antes de los exámenes, trataba de meterme en la cabeza toda la información posible. Ahora sé decir que no a la gente de vez en cuando y decirme que sí a mí. Mis maestros me han enseñado que está bien ser un poco egoísta cuando se trata de mis necesidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario