martes, 26 de marzo de 2013

Las 6 grandes decisiones. Tú eliges.



Hay seis decisiones clave quetomas durante la adolescencia, las cuales pueden construir o destruir tu futuro. Así que elige con sabiduría y no las eches a perder.

Sin embargo, si llegaras a errar, no es el fin del mundo. Simplemente vuelve al camino con rapidez y empieza a tomar decisiones más inteligentes.
Hoy en día ser adolescente es más difícil que nunca. Aunque quizá tus abuelos hayan tenido que sortear muchas dificultades para ir a la escuela, los retos que se te presentan a ti son distintos: porejemplo, bombardeo de los medios, fiestas enlas que hay drogas, prnografía en Internet, abuso sexual, terrorismo, competencia global, depresión y mayor presión por parte de tus compañeros. ¡Es un mundo totalmente distinto!
Aunque sigo haciendo travesuras, ya no soy un adolescente, pero recuerdo vívidamente los altibajos por los que pasé. La mayoría de mis problemas empezaron al nacer. Mi padre decía: "Sean, cuando naciste tenías unos cachetes tan grandes que el doctor no sabía dónde dar la nalgada". No estaba bromeando. Deberías ver mis fotos de bebé. Mis cachetes cuelgtan de mi cara como globos llenos de agua. Ya te imaginarás que todo el tiempo me molestaban.
Una vez estaba con los niños de mi calle saltando en nuestro trampolín. Jugábamos a imitar los movimientos que había hecho el anterior, y era mi turno. Susan, mi vecina, no pudo evitar decir lo que todos pensaban:

-Vean cómo rebotan los cachetes de Sean. Son tan grandes...

David, mi hermano menor, trató de defenderme:

-Pero no son de grasa. Es puro músculo.



Su defensa fracasó y todos se rieron de mi nuevo apodo: "Cachetes musculosos".
Mis problemas continuaron en la secundaria. Odié el primer año y he decidido olvidarlo caso pir completo. Lo que que sí recuerdo es que aún tenía cachetes grandes y un chico de segundo llamado Scott no dejaba de provocarme para que peláramos. No sé por qué me molestaba, nunca habría peleado con él. Tal vez porque estaba seguro de darme una paliza. Me esperaba en el pasillo con sus amigos y me retaba después de mi clase de álgebra. Yo le tenía miedo y lo rehuía, pero un día me acorraló.

-Oye, Covey. Si, tú, gordo marcón. ¿Por qué no peleas conmigo?
-No se...

Entonces me pegó muy fuerte en el estómago y me sacó el aire. Yo estaba demasiado asustado para devolverle el golpe. Después de aquello me dejó en paz. Pero me había humillado y me sentía como un perdedor. (Por cierto, ahora soy más corpulento que Scott y sigo buscándolo... ¡Es broma!)
Cuando entré a la preparatoria, me llevé la grata sorpresa de que mi casa creció y mis cachetes se redujeron, pero hubo otros problemas. De repente tuve que tomar decisiones importantes para las cuales no estaba listo. En la primera semana me invitaron a unirme a un club con estudiantes de último año que bebían mucho. Ni quería unirme al club, ni ofenderlos. Empecé  a hacer nuevos amigos... y a ver a todas esas chicas nuevas. Una me gustó. Era bonita y agresiva, lo que me emocionaba y atemorizaba a la vez. me preguntaba tantas cosas... ¿Estaba bien que me gustara esa chica? ¿Con qué amigos debía salir? ¿Qué clases debía tomar? ¿Debía ir a cierta fiesta?? ¿Cómo podía combinar escuela, deportes y amigos? En ese momento no lo sabía, pero ésas fueron algunas de las decisiones más importantes que he tomado en la vida.
La idea de este libro surgió cuando hice una encuesta entre cientos de adolescentes de todas partes. Les envié la pregunta "¿Cuáles son tus mayores retos?", y he aquí lo que algunos respondieron:

El estrés. Tratar de que todo encaje es mi reto número uno porque tengo mucho sobre la mesa.
Mis padres. Tengo que lidiar con ellos todos los días y es agotador.
La escuela y las calificaciones. Mi mamá me grita.
Lidiar con la sexualidad. Tengo que ser capaz de tomar las decisiones adecuadas en este momento para no tener que vivir con mis errores después. Parece que si no tienes relaciones sexuales de adolescente eres un mojigato o algo así.
Prepararme para la universidad. Está a la vuelta de la esquina y en realidad lo he dejado de lado. Cada vez que intento pensar en eso termino con un terrible dolor de cabeza, así que mejor no lo hago.
El divorcio de mis padres. Siempre se pelean por ver a quién le toca la visita.
El drama de la preparatoria. ¿Quién está saliendo con quién? La popularidad. El mejor cabello. El chico más atlético. ¿Quién tiene dinero? ¿Quién dijo esto acerca de ellos? ¡Es ridículo!
Dinero. El dinero apenas alcanza para vivir.
La presión de los compañeros es un gran problema. Yo cedo con mucha facilidad, con la gente adecuada.
Los amigos. Sólo me sacan de quicio. Ya no convivo con ellos. Nome hacen caso y forman sus grupitos. Me siento excluido, así que últimamente me he alejado de ellos.
Me preocupa la seguridad de mi familia porque al salir a la calle te pueden matar. La mayoría de las personas no van a la escuela para drogarse. Temo por mi hermano y hermana menores.
Salir con alguien. No salgo con nadie y ya tengo 17 años. Mis amigos se burlan y me hacen sentir que me estoy quedando rezagado.
El cuerpo y el aspecto. Batallo con mi peso todo el tiempo
Estudié todas las respuestas. También entrevisté a un buen número de adolescentes de diversos sitios durante tres años. Y surgió un patrón. De los 999 retos diferentes que se mencionaron, seis me llamaron la atención.
Conforme analicé más a fondo, descubrí que a cada reto correspondía una decisión  varias). Algunos de los adolescentes que entrevisté habían tomado decisiones inteligentes, y otros, erróneas. Así que algunos eran felices y otros eran un mar de confusiones. Esos retos implicaban decisiones con más de una posibilidad y consecuencias enormes. Al final quedó claro que al afrontar esos retos debes tomar las seis decisiones más importantes de la adolescencia.

  • Escuela. ¿Qué vas a hacer en relación con tu educación?
  • Amigos. ¿Qué clase de amigos elegirás y qué clase de amigo serás?
  • Padres. ¿Te vas a llevar bien con tus padres?
  • Noviazgo y sexo. ¿Con quién vas a salir y qué harás respecto al sexo?
  • Adicciones. ¿Qué harás respecto a fumar, beber, consumir drogas y otro tipo de adicciones?
  • La propia valía. ¿Optarás por quererte a tí mismo?
Quizá no hayas meditado mucho sobre esas decisiones. O quizá estés luchando con una de ellas o con todas. Sea cual sea tu situación, necesitas aprender lo más posible sobre cada decisión, las ventajas y desventajas, lo bueno y lo malo, de modo que tomes decisiones informadas, con los ojos bien abiertos. No querrás lamentarte con el tiempo: "si lo hubiera sabido..."
Muchas de las decisiones que tomas cuando eres adolescente pueden cambiar tu vida para siempre. En su libro Standing for Something ["En pos de algo"], el líder religioso Gordon B. Hinckley cuenta esta historia de cuando era jóven:

Cuando trabajaba en una oficina de ferrocarriles en Denver, estaba a cargo del equipaje y del tráfico exprés en trenes de pasajeros. Un día recibí una llamada de mi homólogo en Nueva Jersey, quien decía que un tren de pasajeros había llegado sin el vagón de equipaje. Trescientos clientes estaban furiosos, y con justa razón.
Descubrimos que el tren había viajado de Oakland, California, a Saint Louis, donde el guardagujas había movido por error una pieza de acero apenas unos ocho centímetros. Esa pieza era un punto de cambio y el vagón de equipaje que debía haber estado en Newark se hallaba en Nueva Orleans, a 2250 kilómetros de distancia.
Las cárceles de todo el mundo se encuentran llenas de personas que tomaron decisiones poco inteligentes e incluso destructivas, individuos que movieron ligeramente un punto de cambio en sus vidas y pronto estuvieron en el camino equivocado, rumbo al lugar equivocado.

Cada una de esas seis decisiones es como un punto de cambio, una pequeña pieza de acero de ocho centímetros que nos llevará por el camino correcto o el equivocado a lo largo de cientos de kilómetros.

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